miércoles, 16 de febrero de 2011

Por ti ;)

Te quiero tanto que hasta a mi desmesurada inocencia he renunciado por ti, apenas es ya una sombra de lo que fue, de aquellas veces en las que incluso un ligero e inintencionado roce me hacia sobresaltarme, y cada beso era un mundo nuevo y jamás imaginado antes. Aunque parezca que sigo conservando toda mi adorable inocencia, todo es teatro cariño, porque, aunque no me lo digas, se que te gusta, y lo hago por ti.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Tú y lo que provocas.

Si supieras que a cada hora, a cada minuto, a cada segundo, estas presente en mis pensamientos... y que todo lo que haces influye de manera radical en mi, si lo supieras... no me tratarías de esa forma en que me tratas, no si tienes algo de corazón. Cada vez que me respondes de manera brusca, aunque sea solo un poco, me estremezco entera, y me duele hasta el último punto de mi ser, mucho peor que cualquier violencia física, me duele todo, lo peor que se puede imaginar, me recorre entera. Cada vez que me acerco a ti y me rechazas, siento como si el mundo entero se me viniera encima, como si el universo se parara de repente, me mareo, siento nauseas, es terrible, de verdad que si. Cada vez que me miras con esa mirada tuya típica de "esto no va bien", puf... en esos momentos casi preferiría estar muerta que sentirme de esa manera, no puede describirse con palabras lo que siento en esos momentos. Ojala pudieras saber cuando daño me haces con tus actos, y todo lo que provocas con cada cosa, cada palabra y cada gesto que haces y dices. Ya no digo sentir, pues ni  a mi peor enemigo podría desearle algo tan malo como esas sensaciones, solo bastaría con que supieras como me siento, y dejarías de hacerlo, creeme que lo dejarías, o tal vez fuera a mi a la que dejaras, y es precisamente por eso por lo que no te lo digo, porque si simplemente con eso me siento así de mal, prefiero no imaginar ni por un instante, como me sentiría si no estuvieras conmigo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Risas

Me encanta reírme contigo, esa total confianza que siento cuando en cualquier momento y situación empezamos a reírnos, con libertad plena, me hace sentir realmente muy muy bien, hace que todo lo demás por un momento importe mucho menos. Esa risa armoniosa que forman tu risa y mi risa juntas, el sonido más maravilloso que jamás escuchará oído alguno.